Hace unas semanas la Comisión de I+D+i de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) publicaba un informe en el que se identificaban las necesidades de innovación en las empresas españolas y proponía unas series de medidas para su mejora.
Una de estas propuestas consta en enfocar la investigación que se desarrolla en las universidades según las necesidades sociales y empresariales. Así el conocimiento obtenido podría generar dinero, y de esta forma recuperar la la inversión que lleva obtener este conocimiento.
La transferencia de conocimientos de la universidad a la sociedad es, para muchos de los expertos, imprescindible para que un país sea competitivo. Y más teniendo en cuenta que la competición es a nivel global. Precisamente tal y como indica Elías Sanz Casado, Director del INAECU, «Los países más innovadores también son los más competitivos».
Hasta los años 90 del siglo XX la universidad se consideraba que debía cumplir dos misiones básicas; docencia e Investigación. Apareció por entonces una nueva corriente crítica en el Reino Unido que proponía un compromiso de la universidad con su territorio, innovar y emprender.
Debido a que la mayoría de las empresas suelen utilizar la metodología de Innovación abierta, es decir no innovan solamente con su talento interno, sino que buscan soluciones en el exterior mediante la cooperación con otras empresas u organizaciones. Es una gran oportunidad para las universidades.
Referencias:
Estado de Innovación en España en 2014
Los países más innovadores del mundo
Los países más innovadores en 2014