Cuestionarlo todo

 

«Cuestionarlo todo» es importante para innovar. Aunque dentro de una empresa puede ser molesto tener una persona que lo cuestione todo, las organizaciones necesitan personas que piensen de forma diferente. Recuerde, cuando dos personas piensan igual… posiblemente una de ellas sobre.

Anthony Robbins explicaba la evolución de las ideas con la metáfora de la mesa. La idea (tabla de la mesa) consiste en el origen de todo, a pesar de que por sí sola carece de valor. Esta idea puede evolucionar y convertirse en una opinión. Posteriormente esa opinión puede convertirse en una creencia, y la creencia en una convicción (mesa con cuatro patas). En esta evolución lo que varía es la sensación de certeza de la valoración y la interpretación de nuestro mundo, siendo por tanto, la convicción la que posee la mayor sensación de certeza.

Todo el mundo tenemos unas ciertas convicciones y éstas nos afecta en como actuamos, y como nos relacionamos con el resto de personas. El problema principal es que las ideas que se han convertido en convicciones no se vuelven a revisar. Por este motivo la actitud de cuestionarlo todo puede ser muy útil para innovar, especialmente cuando hay convicciones limitantes.

Si hablamos de cuestionarlo todo la persona que mejor lo reflejaba era sin duda Sócrates. En su época su forma de pensar era muy molesta para la democracia griega del momento y esto le llevo a un juicio y a la muerte. Aunque tuvo un final triste, está considerado como uno de los más grandes filósofos y su legado es el actual pensamiento occidental.

 

La universidad como centro de Innovación

Hace unas semanas la Comisión de I+D+i de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) publicaba un informe en el que se identificaban las necesidades de innovación en las empresas españolas y proponía unas series de medidas para su mejora.

Una de estas propuestas consta en enfocar la investigación que se desarrolla en las universidades según las necesidades sociales y empresariales. Así el conocimiento obtenido podría generar dinero, y de esta forma recuperar la la inversión que lleva obtener este conocimiento.

La transferencia de conocimientos de la universidad a la sociedad es, para muchos de los expertos, imprescindible para que un país sea competitivo. Y más teniendo en cuenta que la competición es a nivel global. Precisamente tal y como indica Elías Sanz Casado, Director del INAECU, «Los países más innovadores también son los más competitivos».

Hasta los años 90 del siglo XX la universidad se consideraba que debía cumplir dos misiones básicas; docencia e Investigación. Apareció por entonces una nueva corriente crítica en el Reino Unido que proponía un compromiso de la universidad con su territorio, innovar y emprender.

Debido a que la mayoría de las empresas suelen utilizar la metodología de Innovación abierta, es decir no innovan solamente con su talento interno, sino que buscan soluciones en el exterior mediante la cooperación con otras empresas u organizaciones. Es una gran oportunidad para las universidades.

Referencias:

Estado de Innovación en España en 2014

Los países más innovadores del mundo

Los países más innovadores en 2014

 

 

 

Orientación a resultados

Cualquier persona puede conseguir buenos resultados Un resultados es un efecto derivado de una acción, incluso no hacer nada también es una acción. Si queremos resultados diferentes, debemos de hacer cosas que no habíamos hecho antes.

Un avance importante a nivel empresaria es cambiar la metodología de trabajo orientada a tareas por otra diferente orientada a resultados. Este cambio puede suponer un incremento de la efectividad en las personas y eficiencia en los procesos.

Nuestra actitud y comportamiento condiciona las acciones que realizamos en el día a día. El origen de este comportamiento radica en lo que pensamos y en lo que sentimos, y éstos se alimentan mutuamente. Los pensamientos y sentimientos son el cristal por el cual vemos el mundo de nuestro alrededor. Nuestras percepciones y expectativas vienen condicionadas por lo que pensamos y sentimos.  Finalmente según esta interpretación de nuestro exterior tendremos una determinada actitud que marcará nuestro comportamiento, y seguidamente nuestras acciones. Como se puede ver, hay bastante complejidad en todo el proceso que nos lleva a actuar de una forma determinada, sin embargo el origen está en lo que sentimos y pensamos.

La palabra tiene poder, la que decimos en voz alta tiene un impacto mayor del que esperamos en las personas que están en nuestro alrededor, por otro lado, las palabras que nos decimos a nosotros mismos también tiene un gran impacto en nuestra forma de ver el mundo. Por este motivo es muy importante nuestro diálogo interior.  Ante una misma situación dos personas pueden vivir la misma experiencia de forma completamente diferente. Si ante un reto nos decimos que no podemos superarlo, nuestra mente deja de trabajar, pero si nos preguntamos cómo puedo alcanzarlo, nuestra mente continúa trabajando buscando respuestas y caminos.

Las personas que consiguen excelentes resultados utilizan un patrón similar al del proceso científico, que consta de tres fases: tener una visión, elaborar una estrategia con objetivos precisos para alcanzarlo y plantearse una «fase crítica» para identificar cuáles van a ser los principales problemas con los que se van a encontrar por el camino.