Este post está basado en la noticia de que se publicó el 10 de Diciembre en la Vanguardia «La rentabilidad del altruismo»
Las neurociencias y la psicología en el estudio de las conductas económicas han ido abriendo paso al reconocimiento de la ética como clave en los resultados empresariales y financieros. El profesor Austríaco Erns Fehr (catedrático de Microeconomía y Economía Experimental en la Universidad de Zurich) ha aportado pruebas científicas para demostrar esta relación, y es que parece ser que cuanta más materia gris tenemos en una determinada zona del cerebro (la unión temporoparietal), mayor es nuestro componente altruista o mayor generosidad demostramos. Las investigaciones muestran cómo los impulsos emocionales condicionan a los agentes económicos.
La neuroeconomía ofrece nuevas perspectivas en relación con la toma de decisiones económicas, ya que ayudará a afinar las actuaciones teniendo presente el factor altruista y las ventajas que ofrece, y es que según Fehr, «la ética es rentable a largo plazo».