Se puede decir que vivimos en un mundo maravilloso… pero extremadamente complejo, dinámico, multicausal y que puede llegar a ser caótico.
Según Alvin Toffler el mundo ha ido evolucionando de la era agrícola, a la era industrial, y en la actualidad a la era de los servicios. A lo largo de los años se ha pasado de la era de la información a la era del conocimiento. La curiosidad del ser humano le ha llevado a investigar y adquirir conocimiento, y esto ha favorecido una evolución tecnológica, y una evolución en su pensamiento. En el siguiente gráfico se puede ver los principales ciclos de la humanidad:
La humanidad duplica su conocimiento cada vez más rápido y los paradigmas de la sociedad mutan de una forma cada vez más vertiginosa. Vivimos en una era donde el conocimiento se duplica cada vez en ciclos cada vez más cortos, y esto hace que el conocimiento crezca de forma exponencial:
Año | Ciclo de duplicación de conocimiento |
1901 | cada 98 años |
1950 | cada 47 años |
1976 | cada 23 años |
1991 | cada 11 años |
2003 | cada 4 años |
2020 | cada 73 días* (estimado) |
El conocimiento compartido es una de las bases de la Sociedad del Conocimiento. Según En la Sociedad del Conocimiento es importante tanto la producción del conocimiento como su socialización: “la socialización permite que el conocimiento pueda evolucionar mediante un proceso colectivo en el que se recogen las aportaciones de mucha gente. Por lo tanto, si el conocimiento se crea colectivamente, debe considerarse un procomún, un bien compartido» según José Juan Hernández Cabrera, coordinador de la Oficina de Software Libre de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Como dato curioso, las primeras ediciones de la enciclopedia Británica se realizó con el trabajo de solamente dos científicos, este dato puede sorprender si lo comparamos con el hecho de que en la actualidad se necesitan más de mil expertos para poder hacerla.
La evolución de la tecnología en general, junto con la evolución de Internet como medio de comunicación, está creando un entorno para la creación e intercambio de este conocimiento. La velocidad con que se actualiza el conocimiento es una constante y requiere del aprendizaje como una herramienta habitual.
De todo lo comentado anteriormente quería citar una reflexión de Castells que indica la complejidad de los diferentes elementos que interactúan en la evolución:
La tecnología no determina la sociedad. Tampoco la sociedad dicta el curso del cambio tecnológico, ya que muchos factores, incluidos la intervención e iniciativas personales, intervienen en el proceso del descubrimiento científico, la innovación tecnológica y las aplicaciones sociales, de modo que el resultado final depende de un complejo modo de interacción[1] (Castells, 1999)
Bibliografía:
El mundo de la Internet. Enredados (Alberto Villacorta Michelena)