Cuestionarlo todo

 

«Cuestionarlo todo» es importante para innovar. Aunque dentro de una empresa puede ser molesto tener una persona que lo cuestione todo, las organizaciones necesitan personas que piensen de forma diferente. Recuerde, cuando dos personas piensan igual… posiblemente una de ellas sobre.

Anthony Robbins explicaba la evolución de las ideas con la metáfora de la mesa. La idea (tabla de la mesa) consiste en el origen de todo, a pesar de que por sí sola carece de valor. Esta idea puede evolucionar y convertirse en una opinión. Posteriormente esa opinión puede convertirse en una creencia, y la creencia en una convicción (mesa con cuatro patas). En esta evolución lo que varía es la sensación de certeza de la valoración y la interpretación de nuestro mundo, siendo por tanto, la convicción la que posee la mayor sensación de certeza.

Todo el mundo tenemos unas ciertas convicciones y éstas nos afecta en como actuamos, y como nos relacionamos con el resto de personas. El problema principal es que las ideas que se han convertido en convicciones no se vuelven a revisar. Por este motivo la actitud de cuestionarlo todo puede ser muy útil para innovar, especialmente cuando hay convicciones limitantes.

Si hablamos de cuestionarlo todo la persona que mejor lo reflejaba era sin duda Sócrates. En su época su forma de pensar era muy molesta para la democracia griega del momento y esto le llevo a un juicio y a la muerte. Aunque tuvo un final triste, está considerado como uno de los más grandes filósofos y su legado es el actual pensamiento occidental.

 

La técnica SCAMPER para generación de ideas

SCAMPER  (Substitute, Combine, Adapt, Modify, Put on other uses, Eliminate, Rearrange) es una de las técnicas más utilizadas para la generación de ideas. Se aplica principalmente para mejorar un producto, servicio o proceso existente. Es muy útil para ampliar las perspectivas y fomentar la creatividad.

Primero hay que enfocarse en el objeto o producto a mejorar, luego  se comienza a buscar ideas basándose en preguntas que derivan de las acciones que plantea la técnica:

  • Sustituir
  • Combinar
  • Adaptar
  • Modificar
  • Buscar otros usos
  • Eliminar
  • Cambiar la forma

La idea es generar preguntas con cada una de las acciones, e ir creando una lista de preguntas en las que se hayan usado todas las acciones. Posteriormente aplicar estas al objetivo y tomar notas de las ideas que surgen para poder desarrollarlas luego.

(Artículo publicado por Franc Ponti en el diario L’Econòmic: «Una tècnica prodigiosa: SCAMPER»)

La generación de ideas para desarrollo de nuevo producto

Para conseguir un producto de éxito en el mercado es importante la gestión de la Innovación, y una parte importante de la misma consistiría en la generación de ideas.

Previo a la fase de desarrollo del producto, se tiene que partir de que hay una oportunidad de negocio, es decir, se ha hecho un trabajo de estudio interno y externo previo (DAFO). Se debe de haber detectado una necesidad en el mercado, en el cual haya un potencial de clientes dispuestos a pagar por el producto.

Partiendo de que se se ha hecho esta etapa previa, el primer paso en el desarrollo de todo nuevo producto consiste en generar ideas. Para ello se puede utilizar diversas metodologías, aunque la más común y conocida es la «lluvia de ideas» (brainstorming), por lo que es imprescindible hacer uso de las dotes creativas del equipo, y sobretodo tener la mente abierta, dejándola fluir. El hecho de exponer ideas en equipo aumenta el rendimiento, ya que se comparten diferentes puntos de vista (con lo que enriquece el proceso) y favorece la aparición de nuevas ideas a partir de otras.

El siguiente paso consistiría en hacer un filtro y agrupación de ideas, utilizando un criterio determinado (dependiendo de la situación), para pasar de esta etapa creativa en la que hay un pensamiento divergente, a una etapa convergente.

Como dato numérico se puede decir que de 100 buenas ideas, se podrían sacar al mercado unos 10 productos, de los cuales 1 puede tener éxito en el mercado. Aquí habría que definir, qué entendemos por éxito. Consideramos éxito que el producto esté vivo más de un año en el mercado. Hay que tener en cuenta que estos valores concretos dependen del sector, pero sirve para hacernos una idea, más cualitativa que cuantitativa, de la dificultad de conseguir un éxito comercial y de la importancia de generar cantidad y calidad de ideas.

Estas primeros pasos de las etapas de desarrollo son de vital importancia, primero porque son las primeras y si son erróneas los siguientes pasos también lo serán, y segundo porque condicionará en gran medida las propiedades y características del producto final