El mercado está cambiando, y las empresas del nuevo milenio tienen que adaptarse a este nuevo entorno.
Se ha pasado de la etapa de fabricación de principios del siglo XX, donde había más demanda que oferta y todo lo que se fabricaba se vendía, a la época del consumidor, en la cual tenemos un consumidor muy bien informado , que sabe lo que quiere y compara productos y servicios.
A continuación, y como marco para este artículo, se lista una división por etapas:
- Años de la fabricación (1900-1960): se caracteriza en un contexto donde hay más demanda que oferta, y un consumidor muy poco informado. Las empresas concentraban sus fuerzas en aumentar fabricación
- Años de la distribución (1960 -1990): Las conexiones globales y los sistemas de transportes hacen que la distribución sean la clave
- Años de la información (1990-2010): Época dorada del marketing. El consumidor sabe tanto de la empresa, que se tienen que empezar a hacer las cosas bien.
- Años del consumidor (2010 – …): El consumidor tiene el poder porque está muy bien informado y puede intercambiar información con otros consumidores, esto hace que las empresas tengan que ser excelentes. (Va a cambiar mucho y va a seguir cambiando mucho).
Este nuevo escenario hace que no sea suficiente con hacer las cosas mejor, se tienen que hacer diferentes. Las empresas tienen que buscar nuevas formas de comercializar porque el mercado ha cambiado. Es decir, se tendrá que pensar nuevos canales y formas para comunicarse con el consumidor, para facilitar este reto, se debe crear una cultura de creatividad.
Las redes sociales, los blogs, las aplicaciones móviles, etc, son ejemplos de nuevas formas de comunicación que se utilizan en el día a día. Como dato y según varios estudios, la gente se cree unas 3 veces más una recomendación sobre un producto o servicio que si ve un anuncio. Se hace evidente que no se pueda menospreciar estos medios, y que las empresas deban de estar presentes cuidando su imagen en Internet.